En el recorrido por tierras andaluzas, abandonamos la seductora capital, y atravesando la soleada campiña repleta de olivos descendimos hacia la no menos bella y seductora Cádiz, ese curioso reducto de la península, expuesto a las aguas del Atlántico, había sido un sueño de años que la siempre se negó por la logística que representaba atravesar esos más de 1100kms que nos separan.
Llevar adelante este relato no me será fácil ya que ha sido un destino en el que opté literalmente por descansar, por ende, ha sido un destino que formaba parte del plan desde el primer momento, pero para el que no hubo mucha planificación más allá de conseguir un lugar donde hospedarse y entregarse al duende gaditano para que nos sorprenda.
Con ustedes comparto esta tan peculiar visita a esta ciudad no menos peculiar, la capital gaditana, con su disposición y ubicación innegablemente atractiva a lo largo de la historia, cuna de grandes personajes, de leyendas y de tanta historia ligada a la historia de Las Provincias Unidas del Río de la Plata
Como ya sabes, el relato cuenta las vivencias de la escapada, si lo que quieres es ir al grano, puedes irte directamente a la Bitácora de Viaje.
Ciudad de mil nombres
Gadir, Gades, Gadeira, Qadis o actualmente Cádiz, está ubicada geográficamente en un fragmento de territorio unido por apenas un hilo de tierra al continente formando una curiosa herradura, la capital gaditana es la ciudad más poblada de la bahía que lleva su nombre, pero es apenas la tercera en población de su provincia homónima.
Unos cuantos siglos atrás, este territorio se trataba de un conjunto de islas separadas del continente, que servían de protección a la bahía.
Se expone al sur de la península, bañada por las aguas del frío Océano Atlántico, al que no le alcanza con estar tan cerca de su pariente mediterráneo para templar sus aguas, o será que el organismo se acostumbró a las cálidas aguas del mediterráneo y dejó aquellas frías playas bonaerenses en los baúles de la memoria.
Es imposible no imaginarse esta ciudad siendo parte de la historia, por su excelente ubicación. Es uno de los asentamientos fenicios más antiguos de occidente donde los Cartagineses, al mando de Anibal zarparon hacia la Conquista de Roma en lo que fueron las Guerras Púnicas, algo que seguramente en la historia hemos estudiado y veíamos tan tan lejano y no entendíamos nada.
Estas guerras, sin ir más lejos, determinaron el dominio de Roma sobre el mediterráneo, sometiendo a Cártago, por ende los territorios pasaron a quedar bajo yugo romano, Cádiz no fué la excepción y creció a tal punto poder ser la segunda ciudad más poblada del Imperio por algún período.
Luego el desmadre de civilizaciones tras la caída de los romanos dejó por estas tierras a los Visigodos, una breve visita de los Bizantinos que vinieron desde Turquía de vacaciones y decidieron instalarse hasta que los echaron, y más tarde los que decidieron cruzarse el charco fueron los Bereberes que se instalaron en la península por más de 500 años, hasta que pasó a ser territorio de Reconquista unas décadas más tardes que la vecina Sevilla.
El pasamanos no es muy diferente al de la mayoría de la parte de España, pero su ubicación estratégica y el desarrollo desde tan temprano hace que la cebolla (por las capas) de la historia se haga presente con un mero rasguño del suelo.
Saltando varios siglos de historia, su rol fué innegable en cuando al comercio con el "nuevo mundo", ya que a medida que los barcos comenzaron a ser más grandes, el calado no alcanzaba para ingresar al puerto de Sevilla, lo que hizo que la Flota de Indias pasase a tener base en el puerto de Cádiz.
Ya a comienzos del Siglo XIX, en el siglo si se quiere de decadencia del imperio con respecto a las colonias, cabe recordar que se asumía que las colonias respondían a las Cortes de Cádiz, que reconocían al soberano Fernando VII prisionero en Francia a manos del siempre polémico Napoleón, mientras que en España intentaba poner a su hermano "Pepe Botella" como regente.
Esta situación ensalzó los movimientos revolucionaron en el Virreinato del Río de la Plata, ya que llegaban las noticias de que, mientras en España se levantaban guerras de resistencia contra el yugo francés, las colonias respondían aun rey inexistente.
En este período Cádiz es el centro de escena de las guerras de independencia, curiosamente, mientras intentaba mantener el control de las colonias lejanas, España intentaba independencia del usurpador francés, y es aquí donde se sanciona la Primera Constitución Española de 1812, también conocida como La Pepa.
La ciudad amurallada, tal es el origen de su nombre, se expone al siglo XXI por su intensa actividad portuaria y como una perla del turismo, por sus extensas playas y por el intenso sol al que solo ponen en jaque cada tanto los azotes del Viento de Levante.